Una derrota ante Julito no doleria tanto como perder ante GGG

Imagen por cinimodfx

El combate de Canelo Alvarez ante Julito Chávez podría ser un esquema de Oscar de la Hoya para evitar una pelea este año, y quizá en el 2018 también, entre el pecoso tapatío y Gennady Golovkin. Por principio de cuentas, el duelo Julito/Canelo es atractivo para la mexicanada, la chicanada y para muchos fans hispanos. Un bien preparado Julito es capaz de vencer a Canelo y de paso echar por la borda los planes de un combate entre el pelirrojo y el kazajo. Eso sería ideal para Golden Boy Promotions, porque una derrota ante otro mexicano no calaría tanto como perder ante GGG. Además, una derrota de Canelo se prestaría para una revancha. Un segundo combate competitivo y cerrado le daría paso a una trilogía. ¿Y Golovkin? Bien, gracias por preguntar. Insisto, Julito no está acabado, ni golpeado. Apenas tiene 30 años y su único defecto como boxeador, aparte de que quiere siempre copiar el estilo de su famoso padre, es su falta de apego al gimnasio. Los más grandes peleadores del mundo- Julito no lo es-, han perdido cuando no han entrenado bien. Eso le pasó a Mike Tyson ante Buster Douglas. Tres combates entre Canelo y Julito, como los que tuvieron Marco Antonio Barrera y Erik Morales, y Rafael Márquez e Israel Vázquez, llenarían de billetes las bolsas de Julito y Canelo, y lo demás, críticas y todo, poco importarían.

La pelea que dieron Badou Jack y James De Gale fue excelente y ya es candidato a pelea del año. El Julito Chávez que noqueo a Andy Lee en El Paso hace un par de años hubiera puesto fuera de combate a Jack o a De Gale, porque el mexicano tiene más poder de puños que estos dos boxeadores. En lo que se refiere a Badou, este ha dejado vacante el título mundial de las 168 libras para pelear en semicompleto.

 

Mikey García tiene que recuperar el tiempo perdido. Dos años perdidos en la vida de un boxeador son demasiados, especialmente para un púgil con la calidad del México-americano de California. El invicto púgil (35-0, 29 KOs) estuvo congelado por disputas promocionales con Top Rank. El sábado en el Casino MGM de Las Vegas, el Mikey le va a disputar el título mundial ligero al desconocido Dejan Zlaticanin (23-0, 14 KOs) de Montenegro. Más bajo de estatura, con una cara típica de un fajador (nariz chata etc.), el campeón ha dicho que si el plan de Mikey es fajarse, lo noqueará, aunque solo tenga 15 KOs en su haber. Si Cronos no ha hecho mella en el físico de Mikey por su largo descanso, el chicano de California debe salir avante de este compromiso y hasta por nocaut.

En ese mismo cartel, el irlandés Carl “El Chacal” Frampton (23-0, 14 KOs) le dará la revancha al mexicano Leo “Terremoto” Santa Cruz (32-1-1, 18 KOs en el combate estelar. En el primer encuentro, que fue una guerra, Frampton le quitó el fajín pluma a Santa Cruz.

Showtime nos deleitarִá con un tercer combate campeonil entre el inglés Lee Selby (23-1, 8 KOs) y el argentino Jonathan Barros (41-4, 22 KOs) por la diadema pluma versión FIB.

 

Photo from Amanda Westcott/SHOWTIME

Angel García, padre y entrenador del campeón Danny García, es un barbaján, un retrograda y un pelafustán que pide a gritos la atención que nunca ha tenido. Para lograr esta atención, el entrenador le da por usar insultos raciales y palabras altisonantes, como lo hizo recientemente en una conferencia de prensa sobre el combate entre su hijo y Keith Thurman. Afortunadamente, a Danny, a quien conocí en El Paso, es todo un caballero y no se le han pegado lo corriente de su padre. Angel García podría ser cesado como entrenador y podrían quitarlo de la esquina en los combates de su hijo☺

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