UN HÉROE DE PELÍCULA: SÁLAMO AROUCH

| September 24, 2014 | 0 Comentarios/ Comments

salamo 2 buena

Por Andrés Pascual

Hay historias que se deben conocer, no solo para ampliar el caudal cultural; sino porque sus sentidos de existencia nunca expiran, tal el caso del Holocausto Judío, o de los asesinatos de millones de inocentes durante los treintas bajo las balas ordenadas por el criminal de lesa humanidad José Stalin, quien cometió la masacre sostenida por años por la vía de fusilamientos sin juicio o por el desgaste físico de la enfermedad pulmonar y el hambre en el Gulap, equivalente del campo de concentración nazi en el período 1931-1945.

Estar alerta significa estar pendiente de lo que, por regla general, le pueda hacer daño al individuo; el totalitarismo criminal se apodero de Cuba, precisamente, por poco conocimiento de las circunstacias y por la confusión de un pueblo que creyó saber más de todo que de lo que verdaderamente estaba obligado a conocer.

Ningún país está a salvo del comunismo en estos tiempos, en que el ropaje camaleónico puede encubrir la bestia al acecho y, cuando digo ninguno, es ninguno; aunque se llame Estados Unidos de América…

Sálamo Arouch fue un judío griego que sobrevivió al Holocausto; al campo de trabajo forzado y a la muerte asentado en Auschwitz en el período de la Segunda Guerra Mundial.

Arouch fue elegido por la comandancia del campo de concentración para que boxeara los miércoles y domingos contra otros detenidos y así entretuviera a los guardias quienes, mientras esos condenados peleaban por la vida, rehén de la victoria que se alcanzara hoy hasta la siguiente pelea, bebían y apostaban a su favorito…tal situación le salvó la vida.

En mayo de 1943, un comando de la Gestapo irrumpió en la casa de Arouch, entonces de 18 años de edad, en Thessolnica, Grecia y se llevaron detenidos al boxeador y a sus padres, más tres hermanas menores y un hermano.

En cuestión de 2 horas la familia y otros 47,000 judíos viajaban rumbo a la muerte en el campo de concentración, al que llegaron el 15 de mayo del propio 1943.

Una vez en el destino infernal de la comitiva, la madre y hermanas de Arouch fueron enviados a la cámara de gas, quedando su padre, su hermano y él para trabajo forzado; en menos de un año fallecieron su padre y hermano, a él lo salvo que, cuando preguntaron si alguno sabía boxear, respondió afirmativamente, quedando eximido del trabajo y destacado como ayudante de limpieza.

Un peleador de 5’6 y 135 libras cuando empezó a boxear para los nazis como gallo de pelea en una valla, Arouch había ganado el campeonato ligero mediano de Grecia y los Balcanes y mantuvo, hasta su detención, récord de 24-0.

Caracterizado por rápidos y elegantes movimientos de piernas, logró,  durante su época de real pugilista, el apodo de El Bailarín y, en dos años, en Auschwitz-Birkenau, fue obligado a pelear 300 veces por el más grande objetivo de un ser humano, su propia vida.

El 24 de enero de 1945, cuando las tropas soviéticas abrieron el campo de concentración, Salamo Arouch salió liberado e, inmediatamente, se dio a la tarea de buscar familiares sobrevivientes. Entonces encontró en Bergen-Belsen a MartaYechiel, una adolescente de su pueblo.

Ambos fueron relocalizados en Palestina, casaron y tuvieron 4 hijos y 12 nietos. En la guerra árabe-israelí de 1948, el ex boxeador participó del lado hebreo y, luego de trasladarse a Israel, abrió un negocio exitoso de envió de mercancías a todo el mundo.

El 26 de abril del 2008 falleció en Tel a Viv Salamo Arouch, nunca se recobró de un stroke que sufrió 15 años antes.

Su vida está contada en un libro; en el 2007, el director Robert M. Young le llevó de vuelta a Polonia, al campo de concentración, en calidad de asesor del filme El Triunfo del Espíritu, basada en su vida, representada en la pantalla por el actor William Dafoe.

Sobre su visita a Auschwitz-Birkenau 62 años después, el ex pugilista dijo: “…fue terrible, aunque ya las cámaras de gases estaban demolidas, ví a mis padres y hermanos, otra vez me vino a la memoria todo, con la crudeza y el salvajismo de aquellos momentos…”.

El Triunfo del Espíritu no es la biografia de un peleador cualquiera; sino de uno de esos que están en la historia relacionados, más que con un nocao a un peleador, con un acontecimiento tan atroz y terrible que, bien vale la pena verla para reafirmarnos por qué, en ciertos momentos de la vida, no se pueden cometer errores bajando descuidadamente la guardia ante un boxeador sucio y abusador que, nadie lo dude, todavía esta en su mejor forma….

 

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