Tirando Guante: Ambiente único en pelea de Jhonny González y Francisco Contreras

Recuerdo con mucha nostalgia aquellas grandes funciones que presencié en mi querida Ciudad Juárez. Combates de “Mantequilla” Nápoles, Ultiminio Ramos, Jesús “Chucho” Castillo, José “Huitlacoche” Medel, Fernie “Matorrito” Morales, Manny Barrios, Marcos Villasana, Romeo Amaya y Alfonso Zamora, para mencionar solo algunos de los numerosos púgiles de renombre que desfilaron por la ya derrumbada Plaza Monumental de Toros y el vetusto, pero todavía funcional, gimnasio municipal. Todas estas funciones tuvieron algo en común: los aficionados abarrotaban las arenas.

Pasé el fin de semana en Juárez visitando a viejos amigos periodistas incluyendo al alcalde de Juárez, Armando Cabada, quien por años fue conductor del Canal 44, empresa propiedad de su padre. Nos vimos en el gimnasio municipal, en donde volví a experimentar esos llenos de antaño. El motivo de este lleno total fue la función encabezada por el ex campeón Jhonny González, quien nació en Pachuca, Hidalgo, México, pero considera a Juárez su segunda casa ya que aquí comenzó su formidable carrera pugilística. El cariño es mutuo, porque la afición juarense se vertió en grandes números para ver de nuevo en persona a “su peleador”.

Con todos respetos para mí El Paso, Texas, y hasta Las Vegas con todo su glamour y dinero, no hay funciones más electrizantes, ruidosas e intensas que las que he presenciado en Juárez. Tomando cerveza, que se vendió como pan caliente, comiendo semillas de calabaza, chicharrones de harina, papitas con mucho chile, gorditas, tacos, burritos y otros antojitos mexicanos, los fans gozaron cada momento de la magna función que fue televisada por todo México hasta casi la madrugada, anunciada por una de más mas grandes figuras aztecas y mundiales, Ricardo “Finito” López.

No faltó tampoco la presencia del gran Mantequilla Nápoles, quien a sus 77 años ya camina con la ayuda de la gente. Vestía elegante portando además un sombrero tipo “Fedora”, que acentuaba su porte cubano, que no se le ha quitado a pesar de que vive en México, y ahora en Juárez, desde 1962. González, todo un veterano del ensogado a sus 35 años, lució enorme ante el dominicano con residencia en Nueva Jersey, Francisco “Dominican Boy” Contreras.

Después de un par de asaltos de tanteo en los cuales Jhonny empezó a imponer su dominio a base de fuertes jabs y ganchos de izquierda arriba y abajo. Al ver que su rival cedía ante el empuje del mexicano, Jhonny se fue por su presa en el tercer asalto en donde puso en la lona al dominicano para la cuenta final con una combinación de zurda arriba y abajo que lo dejó tendido en la lona. El tercer hombre, Rocky Burke de Las Cruces, Nuevo México, decretó el KO efectivo antes de empezar el fatídico conteo.

“Lo que me deja tranquilo es que dejé una buena impresión entre el público”, dijo el tres veces campeón mundial. Jhonny añadió que ahora él y sus dirigentes de Promociones del Pueblo, verán con mucho interés el combate campeonil entre el yucateco Miguel Berchelt y Takashi Miura para lanzarles un reto.

No hay nada como el ambiente boxístico mexicano, que a mi parecer es similar a lo que aporta el boxeo latinoamericano. En otro de los combates atractivos en esa gran velada boxística, Karim “Traviesito” Arce, pariente de Traviezo Arce, conservó lo invicto, pero no pudo lucir ya que su rival, el desconocido Alonso Ronquillo, de Rosales, Chihuahua, le salió muy bravo y fue un excelente rival. Fue un fin de semana inolvidable el que pasé en Juárez. Como detesto las filas en el puente, dejé mi carro en El Paso, crucé a pie, y mis colegas me pasearon por la ciudad.

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