Solo un ganador / Mayweather…

Y muchos perdedores: Pacquiao y todos los que estúpidamente pagamos por ver un combate menos que ordinario

Foto por Stephanie Trapp/Mayweather Promotions

Foto por Stephanie Trapp/Mayweather Promotions

Estaban vendiendo una mentira, y todos la compramos con gusto como si fuera una verdad. No fue la Pelea del Siglo, pero si fue el Timo del Milenio. Nunca creí que sería un gran combate, porque Floyd Mayweather no sabe qué es eso.

Sin embargo, tontamente  tenía esperanzas de que Manny Pacquiao mostrara algo de sus centellantes reflejos de antaño para escapar con una decisión sobre el correlón de Las Vegas. Pero aparte de tentarnos en los primeros asaltos con su agresividad, nos dimos cuenta que el filipino había dejado todo su arsenal en la casa, o quizá a sus armas ya se le acabaron las balas.

Mientras que la imbatida carrera de Mayweather ha sido un maratón, la trayectoria arriba del ring de Pacquiao ha sido la de un gladiador, la de un guerrero que se ha entregado en cuerpo y alma en el ring. Ahora pienso que Juan Manuel Márquez pudo haberle dado la puntilla al otrora formidable pugilista.

Ese terrible y dramático nocaut que sufrió el filipino  a manos del mexicano en el 2012 pudo haber terminado con su carrera como púgil de primera línea. Al enfrentarse a Mayweather,  el record del asiático era de solo 3-2 en sus últimos cinco encuentros habiendo perdido ante Márquez y Timothy Bradley.  Aunque en ocasiones Pacquiao forzó las acciones, el púgil filipino nunca se vio veloz y potente. Más bien se vio ordinario.

Por ahí me mandaron un “e-mail” diciendo que Jerry Jones, propietario de los Vaqueros de Dallas, buscaba reclutar a Mayweather como corredor. La verdad es que no solo engañó a mucha gente prometiendo un gran combate, pero le faltó el respeto a la prensa.

Leí por ahí que Mayweather le negó o trato de negarles credenciales de prensa a periodistas que lo estuvieron criticando antes del combate. Los periodistas que estuvieron mencionando su turbio pasado como golpeador de mujeres se quedaron fuera.

Un periodista no se vende. Nadie, ni los boxeadores, promotores, organizadores de una función de box o deportiva, deben controlar lo que dice un cronista deportivo siempre que se proteja con la verdad.

¿Es Mayweather un arrogante y engreído boxeador? ¿Se da crédito por lo que no merece? ¿Es golpeador de mujeres? ¿Es un púgil involucrado en decenas de incidentes delictivos? En lo que se refiere a Pacquiao, el otrora torbellino filipino ya no lo es.

Muchas guerras en el cuadrilátero lo han dejado mermado de sus reflejos. Es mejor que guarde su dinero y que no siga regalándolo a manos llenas. Es necesario que ponga a su esposa en un presupuesto y que se deshaga de todos sus gorrones, porque la gallina de los huevos de oro está cerca de dar su última cacaraqueada, si no es que ya la dio ante Mayweather.

De seguro no habrá revancha, porque nadie en sus cinco sentidos volverá a pagar $100 dólares en pago-por-evento ni mucho menos los exorbitantes precios por las entradas a la supuesta “Pelea del Siglo,” que más bien fue el Asalto del Milenio.

Insisto, cuando Mayweather finalmente le diga adiós al box, nadie o muy pocos, estarán hablando de él en 5 años o mucho menos en 10 como seguimos hablando de Muhammad Ali, de Sugar Ray Robinson, Tommy Hearns y Marvin Hagler.  ¿El mejor boxeador defensivo de su era? Claro que sí. ¿El mejor peleador? ¡Nunca!

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