Salvador Sánchez / A 35 años de la tragedia de la leyenda del boxeo

(Foto: Archivo)

En un humilde y desconocido pueblo de campesinos y ganaderos llamado Santiago, Tianguistenco en Mexico ,el 26 de enero de 1959 nace un bebe bautizado bajo el nombre de Salvador Sánchez Narváez

Debuto con 16 años en el boxeo profesional el 4 de mayo de 1975 y se mantuvo invicto con 18 peleas ganadas por nocaut hasta su primera y única derrota ante el experimentado compatriota Antonio Becerra en una controvertida decisión.

Fue el 2 de febrero de 1980 cuando un prácticamente desconocido retador numero nueve llamado Salvador Sánchez Narváez le ganaba contundentemente en 13 asaltos a un verdadero noqueador de la época: Danny “Coloradito” López hoy miembro del Salon de la Fama.

Realizó 9 defensas ante: Rubén Castillo, Danny López, Patrick Ford, Juan Laporte, Roberto Castañon, Wilfredo Gómez, Pat Cowdell, Jorge García y Azumah Nelson.Si analizamos sus nueve defensas de titulo mundial de manera objetiva entonces en ellas esta la base de la grandeza de Sánchez ya que todos sus retadores eran de primer nivel.

Su victoria del 21 de agosto de 1981 frente a la leyenda del boxeo mundial el puertorriqueño Wilfredo Gómez se considera el triunfo más importante de un boxeador Mexicano.El combate Gomez-Sanchez fue uno de los más grandes de todos los tiempos llamado en esa época como guerra de titanes. Artistas, deportistas, personalidades sociales y políticas estaban presentes esa noche.Hay anécdotas sobre Gomez de cuando iba camino al ring toco la puerta de Sánchez y le grito que recordara tomarse una foto para que pudiese reconocer su cara luego del pleito.

El 12 de agosto de 1982 Sánchez sorprendió con tristeza al mundo del boxeo al conocerse su muerte como consecuencia de un accidente automovilístico.

Salvador Sánchez entro en 1991 al ‘Salón de la Fama del Boxeo’.Salvador Sánchez era un guerrero del ring, un gran contragolpeador, amaba pelear con frialdad y de manera calculadora. Quienes conocieron a Sal Sanchez hablan que era un chico con un gran corazón, demasiado humilde y de fuertes convicciones personales.

Como es habitual cada 12 de agosto, el momento más íntimo y emotivo para familiares, amigos y las leyendas del boxeo mexicano, es cuando en el panteón municipal, ante la pausa del tradicional mariachi, guardan respetuosamente un minuto de silencio frente a la tumba de Salvador, seguido de una atronadora porra, que inevitablemente hace recordar las grandes noches de gloria del inolvidable Salvador Sánchez.

Sanchez estaba para dar mucho en el boxeo, fue el típico niño pobre de nuestra América Latina que Dios le guarda una estrella para brillar y el supo defenderla de manera grande hasta convertirse en lo que es hoy 35 años después: Una Leyenda, uno de los mejores de todos los tiempos, Gracias Salvador Sanchez Narváez por tu gran aporte al boxeo y el deporte mundial.

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