LOS PROMOTORES DE ANTES ERAN MÁS VALIENTES, INFORMABAN NÚMEROS

| September 3, 2015 | 0 Comentarios/ Comments

arum y de la hoya mejorPor Andrés Pascual

El fanático de antes, como el de hoy, pensaba que hablar de promotores y peleas grandes, de “buen dinero” implicaba grandes ganancias.

La publicidad, que según el cronista cubano Nelson Varela “hacía maravillas en los espectáculos deportivos importantes”, manejaba cantidades como un millón de dólares con la misma frialdad que alguien habla de un pan con aceite y ajo.

A finales de 1957, Johnny Salak publicó, en la revista The Ring, una información en que “desmenuzaba” una pelea de boxeo con ganancia neta de un millón de dólares; antes de compendiar, el individuo aclaraba que un bout de esa cantidad costaba casi lo mismo montarlo, porque, después de cobrar taquilla, derechos de transmisión…por otro lado se tenía que pagar lo exigido para efectuarlo, sobre todo impuestos hasta por quitarle el protector a un boxeador para enjuagarlo.

Salak consideró que por la ganancia del promotaje (1 %), después de “daños y perjuicios”, no valía la pena afrontar las dificultades ni la exposición a que se arriesgaba; como debe pensar cualquiera, lo último no es controversial, incluso ni discutible, sencillamente NO ES VERDAD, hoy mucho menos que antes.

Para que el fanático entendiera mejor, Salak utilizó la pelea entre Archie Moore y Rocky Marciano: venta de tickets, $ 947,927.50; impuestos federales $ 83,298, por lo que la entrada neta quedó en $ 864,629.86; derechos de radio $ 35,000 y de televisión $ 282,461.75; más $ 9,990 por otras vías relacionadas con programación, que totalizaron la ganancia de $ 1’191,700.27.

Los egresos fueron: tax al estado de New York $ 59,732.60; a la ciudad $ 2,979.25; la compensación a los estelarista por su labor $ 672,373.22; a los preliminaristas $ 11,150 más $ 511.90 por sus gastos; más de $ 1,000 para otros gastos de los pugilistas; $ 1,162 los oficiales que trabajaron en la pelea; $ 13,159.40 los empleados que trabajaron aquella noche en Yankee Stadium; $51,200.01 por preparar y limpiar el estadio después del pleito; $ 1,732.85 depreció el ring; la renta del parque $ 85,416.74; otros $ 1,000 por lo necesario para asegurar las transmisiones; la publicidad $ 59,862; impresión de tickets $ 5,720 y la licencia $ 275.00; $ 6,000 para gastos de todo tipo del promotor y de quienes lo ayudaron a preparar el combate; $ 10,960.16 para gastos de películas en colores y el departamento que las hizo; para el departamento de boxeo y salarios del IBC $ 7,500.

La participación del copromotor del Chicago Stadium Corporation $ 97,352.98. Todos los gastos se elevaron a $ 1’094,347.29, según Salak, la ganancia resultó, por el 1 %, $ 97,352.58, “negocio muy pobre” según parecer de quien informó lo anterior…

Pregúntenle a Bob Arum cuándo hará una vivisección de cualquiera de sus peleas en el MGM, a ver si tuvo que recoger limosnas para poder pagar el avión de regreso a Nueva York.

Hay detalles y detallistas como hay promotores y boxeadores ratoneros, por lo que puede asegurarse que en el negocio del boxeo no siempre hay “dinero grande” para todos, sino para los elegidos, que se pueden contar con una mano y sobrarán dedos.

El elemento principal para asegurar millones como promotor es el desarrollo que tenga el individuo de la picardía en el peor sentido del término, y de la falta de escrúpulos hasta para matar a cualquiera si fuera necesario.

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