LOS KLITSCHKOS NO FUERON LOS PRIMEROS

Jack Johnson and Stanley Ketchell Fighting in Ring

Por Andrés Pascual

Las vedettes del boxeo, a través de su historia, son esos individuos que no suben al ring, responsables, de punta a cabo, de que el show sea un éxito o un fracaso: los promotores, los match-makers…

¿Habrá sido todo lo estelar que se comenta en lo deportivo, durante el período Johnson-Marciano, el peso completo? ¿Fue de clase suficiente como para “encabezar” la oferta boxística con justicia meridiana?

Imagine que, entre 1900-1909 boxeó el considerado antecedente de Robinson, El Maestro Joe Gans (peso ligero) y que Jack Johnson ganó el 80 % de sus peleas contra retadores que pesaban y medían mucho menos que él (25, 30, 40 libras), entonces el interés sobre el boxeador no era deportivo, sino político: ponerle un blanco al frente que pulverizara a “ese negro”, al que, injustamente, le aplicaron el Acta Mann, pero cuyo delito verdadero fue que le gustaran las blancas.

Ese peleador blanco, capacitado para ganarle a semejante Polifemo de la época, nunca apareció; pero un negro, super mediano natural, lo retó y le resultó tan difícil que nunca quiso darle la revancha: Sam Langford; otro peleador, el mediano Stanley Ketchel, blanco, delincuente y de reales instintos homicidas, apodado el Asesino de Michigan, osó conectarle una derecha larga y enviarlo al piso, por lo que recibió un soberano nocao después que Johnson se levantó (foto).

Durante la etapa de Dempsey la mejor pelea posible no fueron los encuentros entre el Ciclón del Lago Salado y Gene Tunney, sino la que dejo los tickets de entrada impresos y nunca se produjo por el miedo a que el negro Harry Will pulverizara al orgullo de Tex Rickart.

En la década de los 20’s y los 30s boxeaban Harry Greb (falleció en 1927), Mickey Walker, Tiger Flowers, Benny Leonard, Johnny Dundee, Tony Canzonneri …cada uno y como 15 más mucho mejores que todos los completos juntos incluyendo a Dempsey.

En esa época comenzó la guerra entre irlandeses, italianos y judíos por circunstancias raciales y no solo en el pugilismo. Esas minorías, posiblemente hayan desarrollado las mejores peleas en los anales de Fistiana entre ellos, que alcanzó hasta principios de los 40’s, con la entrada de los negros como contendientes de importancia.

El paquete más grande, hasta hoy, que ganara una faja de peso completo, fue el italiano y luchador antifascista Primo Carnera, algunos estrellas no tenían la etiqueta de verdaderos inmortales del pugilismo, pero, durante los 30’s, apareció Joe Louis, con tanta velocidad de manos como lento de pies, con el mejor one-two en los anales de la división y con nocao punch, posiblemente el único de verdadero golpe, uno solo, capaz de anestesiar sin cuentos, tanto a algunos buenos boxeadores como Billy Conn, como a bultos de valor personal, gordos y muy bajitos como Tony Galento, que tuvo el atrevimiento de tirar al Bombardero poco antes de caer noqueado.

Sin embargo, lo que hizo del reinado de Louis una historia grandiosa de los pesos completos, fueron las dos peleas contra Schmelling, sobre todo la segunda, por su importancia socio-política internacionalmente.

Los 30’s y los 40’s fueron las décadas de Jimmy McLarnin, de Henry Armstrong, de Ceferino García, de Barney Ross, de Robinson, de Willie Pep, de Gavilán, de Holman Williams, de Azteca, de Sadler, de Charley Burley…esos y muchísimos más debieron ser la gran oferta del boxeo de la época, sin embargo, el promotaje mantuvo en su sitio privilegiado e intocable a la débil división de los mastodontes.

Los 50’s tuvieron el sello de Rocky Marciano, que boxeó en una etapa tan mala como cualquier otra y él fue tan bueno como cualquier otro; pero, injustamente, la han hecho el modelo de lo peor de la historia de la división para restarle méritos al ítaloamericano de Brockton, al extremo de que se refieren al tipo como que “solo le ganó a viejos…”, pero cualquiera de ellos, Ezzard Charles, Joe Walcott… eran mejores que todos los contrarios de Johnson o de Dempsey juntos y queda Archie Moore, al que Marciano noqueó “como a un viejo” en 1955, pero nadie habla de que Cassius Clay lo hizo 7 años después, en 1962 y, si aquí no hay algo sucio, que baje Dios y me lo demuestre.

El período de mas equilibrio, no el mejor, de la historia de la división, fue el de Alí, porque tuvo dos o tres peleas sangrientas y apretadas, pero, por ejemplo Frazier, no hubiera podido con Joe Louis ni con Marciano ni con Gene Tunney ni con Charles ni con Walcott y ni hablar de Foreman, a estos dos el Archie Moore que perdió con Marciano los noqueaba.

En los 60’s, el peso completo fue más atractivo que el resto de las divisiones, porque intentaron y lograron convertir un apapipio traidor a la patria en un héroe, que venía de los Juegos Olímpicos y que ganó dos sospechosamente contra Sony Liston.

En los ligeros y en los junior welters impidieron que Mantequilla Nápoles se convirtiera en campeón mundial con mil y una justificaciones ridículas, reflejos del miedo al cubano-mexicano que, en 1969, hubiera podido ser el primer triple campeón mundial hispano y el tercero de la historia.

Los 80’s tuvieron mucho mejores peleadores de mediano hacia abajo que los completos, pero apareció Tyson que, aunque perdió en 1990 de forma sorpresiva, logró quedarse como atracción durante 7 años más, a pesar de haber perdido parte del tiempo en prisión. Fue la época de Chávez, de Whitaeker, de Tito, de Oscar, de Ike Quartey…

En la década que pasó y durante lo que va de esta, circunstancia que inició Lennoxx Lewis a finales de los 90’s, se regresó a la era Johnson, porque el dominio es a base de superioridad corporal por boxeadores técnicos de estilo feo (Lewis tampoco era elegante a lo americano), entonces se ha puesto el grito en el cielo.

Si los Klitschkos, como Lewis y Jack Johnson antes, dominan el panorama del peso completo porque son mastodontes a los que solo aspiran sus retadores a una buena demostración o a terminar de pie, nadie debe negar que, de estos gigantes hacia abajo y en la misma división, el resto de los clasificados brindan buenos pleitos entre ellos, que yo he visto algunos muy buenos; pero…

Lo que posiblemente ocurre es que el hombre identificado con el manejo del peso completo, Don King, se ha quedado detrás en cuanto al poderío económico que se necesita para dominar Las Vegas y el circuito de televisión PPV, que no sucedió ni con Rickert ni con Jacobs ni con Norris ni con Parnassus ni con el propio King hasta Tyson; entonces Bob Arum y un par más se las han arreglado para imponer a las divisiones inferiores a la mediana como las más atractivas que, en realidad, desde 1900 lo han sido, porque ningún maestro del pugilismo fue peleador natural de más de 160, comenzando en Gans y terminando en Márquez. salvo esporádicas figuras como Archie Moore.

Sin embargo, sucede también, para que la justicia no sea completa, que laa malas decisiones, el uso de sustancias prohibidas, las violaciones de los escalafones y los pesos a libre albedrío conspiran contra lo que siempre debió representar la grandeza de la cartelera: las divisiones pequeñas.

El peso completo de hoy es el mismo de ayer, los Klitschkos no significan nada nuevo por decadentes para esa división, lo que pasa es que los promotores importantes, de mucho dinero e influencia, porque el público mexicano no produce buenos peleadores en ese peso, le han quitado el dinero y la publicidad que tuvo hasta Mike Tyson para, además, eliminar al “pobre Don King” como contrario de interés

 

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