Bernard Hopkins / Otra vez campeón del mundo a los 48 años

Nos quitamos el sombrero ante un astuto abuelo que parece de 30 años

La edad apropiada para retirarse del boxeo se supone que es de 30 a 36 años, seguir insistiendo significa exponerse a una tunda a manos de jovencitos que no sea andan por las ramas, pero el caso de Bernard Hopkins es excepcional, porque ya tiene más de 48 años y otra vez es campeón del mundo, otra vez en la división semipesado al darle una clínica de boxeo al antes invicto monarca Tavoris Cloud que de plano nunca supo descifrar la estrategia de B-Hop quien llegó al ring con el rostro cubierto y con la X de Verdugo en su espalda.

Por supuesto que durante la propaganda de los dimes y diretes Hopkins prometió que al ganarte al apodado ‘Trueno’ retiraría de una vez por todas a su promotor que es Don King. Tavoris tenía todas las de ganar invicto, con 31 victorias y dijo que Bernard tenía muchos trucos mentales, pero que le daba risa, hasta del modo que se vestía para intimidar porque tenía casi medio siglo.

Pero ya instalados en la tarima brava fue hora de que alguien se tragaría sus propias palabras, porque ‘El Verdugo’ pronto puso líneas de ventaja al pegar sin descuidar la defensa y provocar el amarre para hacer sus clásicas marrullerías imponiendo autoridad ante el rival y por supuesto trabajando sicológicamente al referí que desde el primer asalto, les leyó la cartilla que no toleraría indisciplinas y de todos modos hizo un excelente trabajo de arbitraje.

Cloud era el que presionaba con un corte de espacio sistemático, pero B-Hop no se dejaba acorralar y tenía llave para entrar con puntería y salir ileso en la respuesta violenta.

Hopkins ya para la mitad de la contienda sabía que tenía en la manga del saco el comodín y para nada sintió urgencia en acumular puntos, es más de un gancho abrió el parpado de Tavoris que dijo que fue codazo y el referí que fue cabezazo, pero en la repetición se miró que fue golpe limpio y pareció darle nuevos bríos y entró con todo, tratando de imponer orden en una plaza que sin remedio lo estaba expulsando, al igual que el público en Brooklyn NY que hacían coro al decir B-Hop en repetidas ocasiones.

Bernard hacía de las suyas sin muchas marrullerías, no las ocupaba porque ganaba la batuta de ‘ton a son’, pegando a sus anchas cuando se lo proponía y con una fortaleza impenetrable que desesperaba a Cloud el cual se miraba ansioso por fusilar a mansalva, pero en la mayoría de los intercambios sacaba la peor parte, porque ‘El Verdugo’’ seguía trabajando el espacio a su antojo y para el décimo asalto había confidencia en su esquina y preocupación en la de Tavoris.

Hopkins se movía como pez en el agua en el ring, escurridizo, agresivo, inteligente, tantos atributos que dijo que se le hizo una victoria fácil, y los números de 8 asaltos contra 4 respaldaban su teoría de lo cual añadió después del veredicto a su favor:

“Se vio ampliamente mi experiencia para seguir haciendo ver muy mal a jovencitos campeones del mundo, todos lo vieron lo metí a mi ritmo y ahora sigo haciendo historia”.

El horizonte de su jubilación aún no tiene fecha porque se sigue mirando competente y dominante a un nivel donde infinidad de participantes claudican sin remedio.(Fotos cortesía: Frank Franklin II / AP)

JAIME ESTRADA
vidaboxeo@cox.net

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